-¿Dónde están las joyas?
El borracho balbucea intentando coger aire y respirar, pero el "poli" repite la operación tres veces, hasta que a la cuarta lo saca.
El borracho, a punto de morir ahogado, empieza a jadear tomando aire y el "poli" repite:
-¿Dónde están las joyas?
-¿Dónde están las joyas?
Y el borracho le contesta:
- ¡Me cagonnnnn tooo! ¡Contratar a un buzo, coño, que yo no las veo!
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